La comida tuvo lugar después de la misa en el atrio del Aula Pablo VI
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- 1.500 pobres, atendidos por las Misioneras de la Caridad en Italia, recibieron un regalo del Papa muy especial al finalizar la misa de canonización de Madre Teresa. Tal y como explica un comunicado distribuido por la oficina de prensa de la Santa Sede, en el atrio del Aula Pablo VI comieron pizza napolitana.
Los invitados, que proceden de los albergues que las hermanas gestionan en Italia –Milán, Bolonia, Florencia y Nápoles–, han viajado toda la noche en autobuses para participar primero en la canonización y después en la comida.
El almuerzo fue servido por unas 250 hermanas de Madre Teresa, 50 hermanos de la congregación masculina y algunos voluntarios.
Las pizzas fueron preparadas por una pizzería napolitana con su equipo de casi 20 personas y con el equipamiento móvil formado por 3 hornos.