Monseñor Gądecki agradece en un carta enviada a Francisco “sus palabras reconfortantes, llenas de amor y cálidas”
(ZENIT – Roma).- “Le agradezco sus palabras reconfortantes, llenas de amor y cálidas, dirigidas no sólo a los jóvenes reunidos en Cracovia, sino a todos los fieles y a los pastores de la Iglesia en Polonia”. Con estas palabras de agradecimiento se dirige el presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, monseñor Stanisław Gądecki, en una carta dirigida al papa Francisco, tras su viaje a Polonia. De este modo, le da gracias “por la peregrinación a nuestra Patria con motivo de la JMJ”.
Los últimos días –indica el prelado– han sido una celebración inolvidable de la juventud y de la fe, una celebración que reveló un espíritu común, el que abraza no sólo a los polacos, sino a todas las personas que ven en el Evangelio de Cristo un fundamento duradero y sólido para la paz y la seguridad de todos los pueblos que perciben en el amor misericordioso de Dios la esperanza para el mundo.
Por eso, el arzobispo de Poznan le agradece “sus palabras reconfortantes, llenas de amor y cálidas, dirigidas no sólo a los jóvenes reunidos en Cracovia, sino a todos los fieles y a los pastores de la Iglesia en Polonia”. La presencia del Sucesor de Pedro en nuestra Patria, durante el Jubileo extraordinario de la Misericordia y en el año de la 1050º Aniversario del Bautismo de la Polonia –asegura el arzobispo– es para nosotros, un signo especial de unidad, de amor y de devoción.
Por otro lado, se muestra agradecido al Santo Padre “por la sencillez entrañable y la bondad que irradiaban de la persona de Su Santidad en medio de nosotros”. Esta bondad –añade– es ciertamente un reflejo del amor que usted, Santidad, ha dedicado a toda su vida y ministerio.
Finalmente, el presidente de los obispos polacos “en el espíritu de agradecimiento por la JMJ, el 1050º Aniversario del Bautismo de la Polonia, y el Jubileo extraordinario de la Misericordia” indica que “queremos llegar”, en octubre, a los umbrales apostólicas con la peregrinación nacional, y así “expresar a Su Santidad nuestra gratitud, nuestra fidelidad y nuestra piedad filial”.