“En estos momentos de dificultad y angustia los paraguayos no podemos ser indiferentes a la suerte de nuestros prójimos”
La Conferencia Episcopal de Paraguay ha enviado su solidaridad, cercanía espiritual y oraciones, para la pronta liberación de Franz Wiebe Boschman, Edelio Morínigo, Abrahan Fehr a manos del “Ejército del Pueblo Paraguayo”. Al conocer el secuestro de estas tres personas, los obispos paraguayos han emitido un comunicado para mostrar su cercanía, especialmente con los familiares, y mostrando su deseo para la pronta liberación “para que todos puedan regocijarse, en la brevedad, con sus seres queridos”.
Asimismo, exhortan a los secuestradores, urgentemente, “liberar a estas personas de bien que están secuestradas”. Los prelados recuerdan que “la libertad, en su sentido más profundo y desde la perspectiva cristiana es un don y una fuerza interior que Dios entregó al hombre al hacerlo a su imagen y semejanza”.
Por otro lado, solicitan a las comunidades cristianas “cadenas de oración y de solidaridad para manifestar la comunión espiritual y fraternal por la liberación de todos los secuestrados”. Dedican también unas palabras a los poderes públicos, para que “garanticen y prioricen la libertad de los secuestrados”. Es de vital necesidad –aseguran los obispos– que con el amparo constitucional pongan el máximo empeño e inteligencia en resguardar con mayores esfuerzos a los habitantes de este país que a diario sufren como consecuencia de la inseguridad y violencia.
En el comunicado, la Conferencia Episcopal de Paraguay indica que en estos “momentos de dificultad y angustia, los paraguayos que siempre nos caracterizamos por la solidaridad, no podemos ser indiferentes a la suerte de nuestros prójimos que están sojuzgados”. Y observan que “los reiterados secuestros deben interpelarnos como sociedad y, por sobre todo, llamarnos a la colaboración activa, a la oración y a la unidad de acciones”.
Monseñor Adalberto Martínez Flores, obispo castrense de Paraguay, ha indicado que “es realmente preocupante la presencia de estos grupos armados que con sus actos de violencia crean pánico entre la población”, según las declaraciones contenidas en una nota recibida por la Agencia Fides. “Siempre se puede iniciar un diálogo en caso de reivindicaciones políticas o ideológicas”, ha dicho el obispo, “pero las armas no son un medio aceptable para lograr los objetivos”.
En cuanto a una posible mediación de la Iglesia católica, Martínez Flores ha recordado que “los sacerdotes de la parte norte del país están dispuestos a hablar con los líderes del grupo armado, con la condición de que tal iniciativa sea autorizada por las fuerzas de seguridad y por el Gobierno”.