Este año se han rescatado más del doble de inmigrantes en pateras que en 2016
Salvamento Marítimo tuvo que aplazar la búsqueda de los, en principio, 49 inmigrantes que da por muertos después de que la patera en la que viajaban fuera localizada el martes, semihundida a 50 kilómetros al oeste de la isla de Alborán y con solo tres supervivientes agarrados a ella, que fueron llevados a Almería. Como mucho, se espera «en todo caso, encontrar cuerpos», subrayaron a este diario fuentes de la institución, que explicaron que el remolcador Sar Mastelero, -que había permanecido desde la noche anterior en labores de rastreo-, tuvo que abandonar esa tarea para salir el miércoles al rescate de otra embarcación con 31 ocupantes que era hallada por el avión Cóndor III de Guardia Civil, al tiempo que la salvamar Hamal y el helicóptero de Salvamento Marítimo buscaban otra patera con 32 personas. En torno a las 18 horas se añadió la alerta de un tercer bote neumático con 33 subsaharianos que habría salido de la playa marroquí de Charrana, al norte de Melilla.
El naufragio de la patera cuyos integrantes se dan por ahogados es una tragedia de una magnitud que no se recuerda hace años. También lo está siendo el número de embarcaciones e inmigrantes que se adentran en el Mediterráneo para llegar a España y que, como ya publicó ABC, están batiendo récords: van 5.713 rescatados, más del doble que en el mismo periodo de 2016. Y son cifras de finales de junio, a las que hay que sumar muchas más llegadas en los últimos días de una crisis migratoria frenética, que apenas se alivió momentáneamente en la zona de Alborán durante el fin de semana pasado, cuando en la zona sopló un fuerte viento de poniente que disuadió a algunos de echarse a la mar.
No fue así con la patera siniestrada, cuyos operadores -con toda seguridad, una mafia- ignoraron el mal tiempo y lanzaron la embarcación. Junto a ello, se cree que otro elemento fatal fue que el primer aviso de la existencia de este bote recibido en Salvamento Marítimo a las 8 de la mañana del domingo situó su salida en el área de Alhucemas, lo que determinó la zona de búsqueda, cuando más tarde se recibió información de que, en realidad, la patera había partido de un punto 40 kilómetros al este.
El subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, explicó que los tres supervivientes -al parecer, originarios de Malí- fueron los que llevaban salvavidas y que el resto fue cayéndose en sucesivos vuelcos de la barca mientras era sacudida por las olas. Culpó del siniestro a las «actitud despiadada de las mafias». El Ayuntamiento almeriense ha declarado hoy día de luto oficial.
Comunicado de la diócesis de Málaga
Ante tamaña tragedia, acaecida «delante de la playa a la que nos acercamos estos primeros días de verano», la delegación de Migraciones de la diócesis de Málaga ha emitido un comunicado en el que pide rezar por los fallecidos y sus familiares «y no dejar de preguntarnos qué estamos haciendo por nuestros hermanos, que arriesgan sus vidas para sobrevivir».
En el comunicado, la diócesis malagueña recuerda las continuas denuncias del Papa Francisco a favor de los migrantes y para que «no hagamos del Mediterráneo un cementerio». Pero «las noticias siguen sucediéndose», alertan desde la delegación de Migraciones, «y nuestros corazones, que por un momento se duelen por hechos como éste, se endurecen a los pocos minutos y nos hacemos incapaces para mirar más allá».
«El origen de las migraciones forzosas está en el mal reparto de los bienes que Dios creó para toda la humanidad. Emigrar es un derecho y no podemos levantar muros para evitar que otros tengan acceso a él. Es urgente actuar acogiendo a estas personas, dándoles voz, porque su grito se ha debilitado y silenciado a causa de la indiferencia de los pueblos ricos», asegura la diócesis al final del comunicado. Para los cristianos –concluye– «esta realidad es una urgencia evangélica».
L.L. Caro/ABC
José Calderero @jcalderero/Alfa y Omega
Imagen: Rescate de una patera por Salvamento Marítimo
Foto: EFE